Se ‘politiza’ para los periodistas / El otro lado, columna de Ómar Rincón

En el 2024 solo queda un presidente en esta lógica de telenovela, el señor de México, ese de “abrazos, no balazos”. Él reina en el rating emocional del melodrama de la democracia.

Medios y periodistas “peliaron” con estos señores y la señora. Caso único, solo en Colombia los medios se arrodillaron a su golpeador.

En todos los casos, perdió el periodismo porque medios y periodistas se convirtieron en actores políticos, dejaron de informar y actuaron como seguidores impúdicos de sus odios. Esto llevó a la pérdida de credibilidad y legitimidad de medios y periodistas.

Pero todo podía ser peor. Dejamos la telenovela, pasamos a los superhéroes; dejamos lo popular, actuamos lo pop; dejamos los medios, nos hicimos digitales. Llegó el reino de las celebrities Trump-Bukele-Milei-Petro.

La lógica cambió. Ya no fue “presidente puro salva a pueblo equivocado”, sino “me siguen o se joden”. El pueblo dejó de ser interpelado o convocado, y se le convirtió en seguidores y haters. Todos tienen en común que juegan en lo digital para convertirse en pop star de los medios. Hacen su show para que los periodistas y medios caigan como moscas en sus seducciones.

Trump digita su campaña, vocifera e increpa para que los periodistas hablen y lo critiquen, y el pueblo lo ame y siga. Su heroísmo: salvarnos de los migrantes, los medios, los periodistas y los políticos de Washington. En la realidad es mucho pico y poca obra.

Bukele es el rey digital, se autodenomina “el dictador más cool del mundo”. Su misión salvar a su país del terrorismo de las maras, los políticos de siempre, los medios, los periodistas y los defensores de derechos humanos. Él es un superhéroe que guía a su pueblo a la justicia y felicidad. En realidad, ha hecho mucho con las maras, pero el país es una debacle humanitaria y económica. 

Milei es el espectáculo. Su misión es derrotar a los zurdos, a la casta política, al Estado, a lo público, a la decencia. Todo en nombre de la libertad de hacer lo que se le de la santísima gana. Un superhéroe que no para de maltratar para hacer show. Una estrella en gira de insultos. Lanza su libro en el Luna Park donde se hace box y conciertos. Vive para sí mismo. La realidad: matando de hambre a un pueblo.

Y, ¿Petro? Tuitea como lunático. Pero anda perdido porque quiere convocar a la vieja usanza: masas y calle.

Trump-Bukele-Milei-Petro reinan porque los periodistas y medios viven contando y analizando todas sus estupideces. Sin medios y periodistas, ellos desaparecen.

ÓMAR RINCÓN
Crítico de televisión
orincon61@hotmail.com